Cuando nos encontramos con una obra de arte contemporáneo debemos tomar en cuenta tres características básicas, la primera es que las obras contemporáneas la mayoría de las veces son abstractas y por lo tanto su significado o intención no siempre se puede identificar tan fácilmente, la segunda es que estas obras también se consideran efímeras, no están creadas para durar por mucho tiempo, si no que más bien pretenden tener un enorme impacto en la actualidad y no en el futuro. La última característica que hay que tomar en cuenta es que estas obras para ser comprendidas requieren que el expectador conosca al autor y el discurso que va con la obra.
Hoy en día gracias a la gran cantidad de formatos en los que podemos crear una obra de arte nos podemos encontrar con ellas no solo en museos colgadas en la pared o en gallería de arte, si no que también pueden estar en casi cualquier lugar, como en la pantalla de una televisión o en una exposición en la calle.
A mi me parece que si no tienes una mentalidad abierta ante el arte contemporáneo y crees que porque no se parece al arte clásico no es arte, entonces nunca podrás darte la oportunidad de entender y disfrutar este nuevo tipo de arte que tiene mucho por ofrecernos para disfrutar.
Cada obra tiene un discurso, una intención detrás de ella, me parece que al conocer este discurso podemos no sólo entender el porque de la obra si no que también le damos un sentido al trabajo del artista y dejamos que la obra nos causé algún tipo de sentimiento o reflexión.
Mariana Hernández Pardo
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