México
ha sido reportado como el país con más muertes de niños y jóvenes a causa de la
violencia, y los que no mueren, alguna vez en su vida han sido víctimas de
ella. Según la UNICEF, hay 95.6 muertes relacionadas con la violencia por cada
100 mil adolescentes de entre 15 y 19 años, mientras que el segundo lugar tiene
55.8 muertes por cada 100 mil adolescentes, lo cual significa que el primer
lugar supera por un 70% las cifras del segundo. El tema de la violencia ha
estado presente durante las últimas dos décadas en México, y cuando las
personas dicen que está más cerca de nosotros de lo que pensamos, no están
equivocadas.
La violencia se define como “uso de la
fuerza para conseguir un fin, especialmente para dominar a alguien o imponer
algo”. Sin embargo, es posible que parte de esa definición se haya perdido a lo
largo de los años: “para conseguir un fin”. Pero, también puede ser posible que
ese fin se haya convertido para todos el sentir la satisfacción de ver a alguien
más sufrir por obra suya, verlos arrodillándose ante ellos.
En los últimos años, la violencia en México
ha incrementado drásticamente; los secuestros, los asesinatos, las
desapariciones, todo está empeorando cada día que pasa, y es trabajo del
gobierno, del presidente, detener estos crímenes que ponen en peligro a la
población entera. Sin embargo, si el presidente no hace nada, si ni siquiera
reconoce que pasan estos crímenes, no hay forma de empezar a solucionar los
problemas por los que todos los mexicanos están pasado, ya sea de forma directa
o indirecta.
Pero si el presidente está cegado y no puede
ver la verdadera situación en la que su país se encuentra, de cierta forma el
pueblo tiene la obligación de hacerlo ver, de hacerlo actuar, de ayudarlo a
hacer de México un país seguro. Es evidente que millones de personas están
haciendo sus mayores esfuerzos por abrirle los ojos al líder de su nación, pero
si hay otros millones que lo idolatran, que lo acompañan y lo apoyan cuando
está dando el famoso Grito de Independencia en el Zócalo de la Ciudad de
México, ¿por qué querría el presidente abrir los ojos?
La verdad es que Enrique Peña Nieto no es
ninguna figura de autoridad. Se reúne con representantes de otros países, de
organizaciones, incluso con su propio pueblo, y se ridiculiza por sí solo.
¿Cómo podría un personaje así detener una situación tan grave, como lo es la
violencia en este país? Los mexicanos se burlan de él, ¿cómo podría un
personaje así pacificar a la nación que sostiene el primer lugar en muertes
relacionadas con violencia?
Cuando un país se encuentra en condiciones
como en las que se encuentra México, y no hay figura de autoridad que pueda
detenerlas, queda ahora en manos del pueblo. Luchar por sus derechos, exigir la
investigación del caso de los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, mismo
caso de dijo Enrique Peña Nieto que fuera olvidado, quemar la puerta de Palacio
Nacional, organizar manifestaciones de todo tipo, todas esas cosas son las que
obligarán al presidente a darle a su pueblo el gobierno que merece.
Bibliografías
http://www.oxforddictionaries.com/es/definicion/espanol/violencia
http://www.unicef.org/mexico/spanish/17045.htm
Ale, tus palabras son fuertes y lo celebro completamente. Bien por el tema, se necesita pensar y hacer mucho en estos momentos. Calif. 10
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