Hoy tenemos la fortuna de tener un acervo de información histórica de miles de años. Claro, toda esta recolección de datos tiene sus hoyos y sus fallas y sus subjetividades, pero, en términos generales, creo que tenemos al alcance una idea bastante completa de la historia de la humanidad. Hoy podemos alejarnos lo suficiente como para poder formular un patrón del hombre; de encontrar similitudes entre culturas, entre tiempo y entre espacios diferentes. Es así como la historia no solo nos habla de lo que paso, sino que nos da la herramientas para conocernos un poco mejor.
Carmen, estoy totalmente de acuerdo en cuanto a que la Historia nos permite, además de conocer el pasado, conocernos a nosotros mismos como personas y/o como humanidad. Claro está que nos es posible obtener una perspectiva muy objetiva a lo largo del tiempo, ya que como mencionaste, durante toda la historia no se ha tenido como el día de hoy un acervo histórico muy amplio y completo. Yo creo que esto, más allá de permitirnos encontrar patrones, nos puede llevar a lo que el hombre es hoy en día.
Según mi perspectiva, es muy difícil definir al hombre de una manera completa sin utilizar el conocimiento que tenemos de él dentro de las ciencias naturales y sociales. Si es que vemos al ser humano solamente desde la Historia, podría decir que el hombre es un ser vivo social cuya racionalidad lo ha llevado ha realizar distintas acciones y sucesos, ya sea de manera positiva o negativa según la ética, a lo largo del tiempo. Claro que la anterior definición es muy pobre, ya que faltaría definir el espacio, el tiempo y otros aspectos necesarios (cultura, política, economía, tecnología, ideología, religión...) para que la Historia estudie ampliamente lo que se esté buscando.
Andrea, creo que tienes un buen punto. El estudio de la historia nos ayuda a entender como el hombre se ha transformado a lo largo del tiempo, y como cada hombre es diferente debido al espacio y momento al que pertenece. Sin embargo, creo que la historia -más allá de evidenciar la transformación y las particularidades del hombre-, nos muestra su permanencia y sus similitudes. Un ejemplo de esto es el origen de las religiones en las civilizaciones antiguas. Tanto en la civilización maya, como en la griega, como en la egipcia y como en cualquier otra civilización antigua, las personas -quiénes que no compartía ni un espacio ni un tiempo exacto- surgieron con explicaciones sobre los fenómenos naturales, la muerte y el comportamiento del hombre... explicaciones que hoy llamamos religión o mitología. Tengo que admitir que estas civilizaciones tienen cosas importantes en común: se desarrollaron en un momento en el no existía el acervo de información que tenemos hoy, tampoco existía la ciencia o la globalización. Estas similitudes, de cierta manera, desmienten mi teoría; pero aunque mi ejemplo no destaca una característica enteramente universal del hombre, de cierta manera, si lo hace. El pensar sobre el origen de las religiones me hace pensar sobre la intolerancia del hombre hacia la incertidumbre. Una intolerancia que, gracias a la historia, si creo universal.
Carmen, Estoy de acuerdo contigo sobre lo que dices sobre que las fuentes de información históricas nos pueden ayudar a comprender la razón de ser del hombre. Es decir, analizando los distintos sucesos por los que ha vivido, son los que lo va a definir a como es hoy en día. Por esto, los distintos sucesos van desencadenando resultados diferentes pero con estos, podríamos encontrar un mismo o parecido patrón que es el que ayudaría a definir al hombre de una manera cercana.
Hoy tenemos la fortuna de tener un acervo de información histórica de miles de años. Claro, toda esta recolección de datos tiene sus hoyos y sus fallas y sus subjetividades, pero, en términos generales, creo que tenemos al alcance una idea bastante completa de la historia de la humanidad. Hoy podemos alejarnos lo suficiente como para poder formular un patrón del hombre; de encontrar similitudes entre culturas, entre tiempo y entre espacios diferentes.
ResponderEliminarEs así como la historia no solo nos habla de lo que paso, sino que nos da la herramientas para conocernos un poco mejor.
Carmen, estoy totalmente de acuerdo en cuanto a que la Historia nos permite, además de conocer el pasado, conocernos a nosotros mismos como personas y/o como humanidad. Claro está que nos es posible obtener una perspectiva muy objetiva a lo largo del tiempo, ya que como mencionaste, durante toda la historia no se ha tenido como el día de hoy un acervo histórico muy amplio y completo. Yo creo que esto, más allá de permitirnos encontrar patrones, nos puede llevar a lo que el hombre es hoy en día.
EliminarSegún mi perspectiva, es muy difícil definir al hombre de una manera completa sin utilizar el conocimiento que tenemos de él dentro de las ciencias naturales y sociales. Si es que vemos al ser humano solamente desde la Historia, podría decir que el hombre es un ser vivo social cuya racionalidad lo ha llevado ha realizar distintas acciones y sucesos, ya sea de manera positiva o negativa según la ética, a lo largo del tiempo.
ResponderEliminarClaro que la anterior definición es muy pobre, ya que faltaría definir el espacio, el tiempo y otros aspectos necesarios (cultura, política, economía, tecnología, ideología, religión...) para que la Historia estudie ampliamente lo que se esté buscando.
Andrea, creo que tienes un buen punto. El estudio de la historia nos ayuda a entender como el hombre se ha transformado a lo largo del tiempo, y como cada hombre es diferente debido al espacio y momento al que pertenece. Sin embargo, creo que la historia -más allá de evidenciar la transformación y las particularidades del hombre-, nos muestra su permanencia y sus similitudes. Un ejemplo de esto es el origen de las religiones en las civilizaciones antiguas.
ResponderEliminarTanto en la civilización maya, como en la griega, como en la egipcia y como en cualquier otra civilización antigua, las personas -quiénes que no compartía ni un espacio ni un tiempo exacto- surgieron con explicaciones sobre los fenómenos naturales, la muerte y el comportamiento del hombre... explicaciones que hoy llamamos religión o mitología.
Tengo que admitir que estas civilizaciones tienen cosas importantes en común: se desarrollaron en un momento en el no existía el acervo de información que tenemos hoy, tampoco existía la ciencia o la globalización. Estas similitudes, de cierta manera, desmienten mi teoría; pero aunque mi ejemplo no destaca una característica enteramente universal del hombre, de cierta manera, si lo hace. El pensar sobre el origen de las religiones me hace pensar sobre la intolerancia del hombre hacia la incertidumbre. Una intolerancia que, gracias a la historia, si creo universal.
Carmen,
ResponderEliminarEstoy de acuerdo contigo sobre lo que dices sobre que las fuentes de información históricas nos pueden ayudar a comprender la razón de ser del hombre. Es decir, analizando los distintos sucesos por los que ha vivido, son los que lo va a definir a como es hoy en día.
Por esto, los distintos sucesos van desencadenando resultados diferentes pero con estos, podríamos encontrar un mismo o parecido patrón que es el que ayudaría a definir al hombre de una manera cercana.