La escuela de Atenas

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domingo, 13 de marzo de 2016

La Consquista de la Felicidad (2da entrega)

La Conquista de la Felicidad, por Bertrand Russell, es la obra que escogí. Decidí leer esta, principalmente por la recomendación de una persona que considero admirable, pero además porque el tema está sumamente relacionado con lo que estamos y hemos estado viendo a lo largo del año. Definir el concepto de “La felicidad” así como “qué es el hombre” es algo muy difícil de concretizar pero leyendo este libro creo que voy a poder identificar y ver de una manera más clara ambos conceptos.


Con el paso de los años, viajó alrededor del mundo donde iba entrevistando a gente relevante de ese momento, para lo cual, estos viajes fueron traducidos en libros, artículos o conferencias, en poco tiempo ya era alguien bien colocado y reconocido. (Como contexto, a lo largo de su vida se llevaron a cabo acontecimientos como dos guerras mundiales, la lucha por el sufragio femenino, la crisis económica, el desarrollo del capitalismo, el comunismo y el fascismo, la lucha por los derechos civiles en EE.UU., la guerra de Vietnam.) Estuvo en el campo de educación en el que publicó varios libros, tras la segunda guerra mundial funda, junto con Albert Einstein el Movimiento Pugwash, que se enfoca a asegurar la paz. Hasta el último día de su vida, pues, estuvo luchando para llevar adelante sus proyectos y lograr sus objetivos, con infatigable pasión y optimismo.
Este libro es la combinación de diferentes textos de pensadores de intensa humanidad, tenaces buscadores de la felicidad escritores de la palabra clara.  Una recopilación de ideas de un pensar firme. Habla sobre la búsqueda de interna felicidad, amor, paz, culpa, limitaciones, hábitos. Está divido en dos partes: Causas de la infelicidad, y causas de la felicidad.
Divide estas dos partes en conceptos o disciplinas que el hombre ha adaptado enfocado hacia la búsqueda de la felicidad.
Para empezar, la primera parte se titula “Causas de la Infelicidad”. Como lo dice en el libro, ¿qué hace desgraciada a la gente? Los humanos tenemos que aprender a ver el arte de la simplicidad y es algo que con el mundo moderno se ha vuelto cada vez más difícil de conocer. Todo se trata de las posibilidades del individuo, cuando existe interés externo, existe inspiración hacia alguna actividad, hacia una meta.  Como dice Russell, “el hombre está constantemente incurriendo en su propia desaprobación.”:pág.29. Menciona que hay tres clases de absorción en uno mismo: el pecador, el nacista y el megalómano. El narcisismo, que se trata de la admiración hacia uno mismo y el desinterés por la comunidad. A diferencia del narcisista, el megalómano busca ser poderoso antes que encantador y prefiere ser temido a ser amado. Muchas veces se nos olvida que algo indispensable para ser feliz es la falta de algunas cosas de las se desean. Este término viene del mito de Narciso, amor a la imagen de sí mismo.
Habla sobre la competencia, el aburrimiento y excitación, fatiga, envidia, miedo a la opinión pública, entre otras. En conjunto, todas estas son parte del desarrollo y la libertad que el hombre desea tomar hacia sus actitudes y actos. Por ejemplo, la envidia es un obstáculo terrible para alcanzar la felicidad y una herramienta influyente de libertad. Es la comparación entre cosas, así como la falta de las mismas, el tener pensamientos inútiles los cuales su única sanación es la manera de ver las cosas como se van dando, a su paso y al mismo tiempo, evitando dichas comparaciones con las que se puede llegar a creer de manera constante que son erróneas e injustas. Aparte de estas, menciona el amor. Este concepto creo que se lleva gran parte de la definición de qué es el hombre, ya que el hombre no está solo en el mundo y la interacción con los demás…es capaz de producir  millones de sentimientos inexplicables, es cooperación, es empatía, y al mismo tiempo es un reflejo del valor que se tiene a uno mismo.  En contraste, está el pecado: el remordimiento, el odio, la culpa, lo que queda en el inconsciente llamado conciencia. 
A lo largo de esta primera parte, el autor explica algo que creo que es muy cierto: muy pocas personas pueden ser felices sin que su modo de vida y su concepto del mundo sean aprobados por los demás. Al mismo tiempo, aquellas pocas personas son las que logran una fuerza interior, quienes se concentran en su forma de ver y percibir la vida y están satisfechas con ello. Es decir, ignorar la opinión pública, ser auténticamente indiferente a ella.
Este tipo de personas a las que me refiero en el párrafo anterior son las que se concentran en lo que dice la segunda parte, “Causas de la Felicidad”.
Al conocer sobre los aspectos negativos y enredados de conquistar la felicidad puede resultar consecuente pensar si de verdad es posible alcanzarla. Por eso Russell desglosa las diferentes maneras de conquistarla de la siguiente manera.
Muchos dicen que la felicidad en el mundo moderno es ya imposible. Sin embargo, creo que ese punto de vista se queda atrás cuando nos fijamos en las pequeñas pero significantes cosas que vivimos diariamente. “Goces simples”. Se trata de tener una visión, creer en una causa es una fuente de felicidad. Dentro de esa visión existen varios factores como los intereses, los cuales son muy importantes ya que nadie se puede quedar solamente con las circunstancias personales, nos quedaríamos pidiendo más de lo que podemos tener y el pedir menos es el método más seguro para conseguir menos. Este interés deja como consecuencia el sentido de poder afrontar los problemas de una mejor manera y de forma auténtica. Russell dice que el secreto de la felicidad es encontrar que tus intereses sean lo más amplios posible y que tus reacciones hacia las cosas y personas que te interesan sean a la medida de lo posible, amistosas y no hostiles. Las relaciones con los demás así como contigo mismo, también es un factor importante. Quien es feliz por sí mismo, es auténtico, será una compañía agradable con los demás y eso a su vez aumentará su felicidad. Por ejemplo, los amigos: Un amigo es aquel que encuentra placer en los rasgos individuales pero no pone trabas en los intereses y placeres de con quien se encuentra en contacto, ni pretende adquirir placer sobre ellos.  Esta persona será una fuente de felicidad y recipiente de amabilidad recíproca. Ahora, cuando se trata de la relación contigo mismo y la manera en la que buscamos lograr nuestras metas, y cómo afrontamos los obstáculos que se nos van presentando. “Al hombre que se subestima, le sorprenden siempre sus éxitos, mientras que al hombre que se sobrestima le sorprenden con igual frecuencia sus fracasos.” Pág. 119. Por esta frase, creo que si no existen emociones complejas, no van a existir obstáculos y por lo mismo, no se pueden apreciar los logros de la misma manera. Hay que crear un balance: No hay que ser demasiado alzados, pero al mismo tiempo tampoco demasiado modesto para lograr ser emprendedor y satisfacerte por tus logros.


Para terminar, un concepto que creo que es clave para lograr ser feliz y mantener el sentimiento, el entusiasmo. Es el rasgo más distintivo de las personas felices. Todo se trata de la manera en la que ves las cosas, no de qué sean las cosas. El hombre cuya intención se dirige hacia dentro no encuentra nada digno de su interés, mientras que el que dirige su atención hacia afuera puede encontrar en su interior, en esos raros momentos en que uno examina su alma, los ingredientes más variador e interesantes, combinándose y desmontándose en patrones hermosos o instructivos. Por ejemplo, la manera en la que comemos. Existen quienes creen que la comida puede ser un fastidio, otros que empiezan muy animados y descubren que no estaba tan bien cocinado, otros que se atascan y al final acaban hinchados y con malestar. En cambio, existen quienes empiezan a comer con buen apetito, disfrutan la comida y dejan de comer cuando creen que ya fue suficiente. Pongo este ejemplo porque creo que es una muy buena comparación con la manera en nos enfrentamos a la vida. “Lo que es el apetito en relación con la comida, es el entusiasmo en relación con la vida.” Estoy de acuerdo con que todo desencanto es una efermedad. No existe ninguna prueba abstracta o corriente que compruebe que algo sea malo o bueno, para quien le parezca bueno será bueno y para quien le parezca malo, será malo. Sin embargo, creo que aquel que cree que “eso” es bueno, será el mejor adaptado al mundo en el que ambas posturas están hatadas a vivir.


“La vida es demasiado corta para que podamos interesarnos por todo, pero conviene interesarse en tantas cosas como sean necesarias para llegar nuestra vida” Pág. 130.





Bibliografía:

·         Bertnard Russell. Febrero 2016, de Filosofos.net Sitio web: http://www.filosofos.net/russell/russell_ini.htm

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