La
Conquista de la Felicidad, por Bertrand Russell, es la obra que
escogí. Decidí leer esta, principalmente por la recomendación de una persona
que considero admirable, pero además porque el tema está sumamente relacionado
con lo que estamos y hemos estado viendo a lo largo del año. Definir el
concepto de “La felicidad” así como “qué es el hombre” es algo muy difícil de
concretizar pero leyendo este libro creo que voy a poder identificar y ver de una
manera más clara ambos conceptos.
Con el paso de los años, viajó alrededor del
mundo donde iba entrevistando a gente relevante de ese momento, para lo cual,
estos viajes fueron traducidos en libros, artículos o conferencias, en poco
tiempo ya era alguien bien colocado y reconocido. (Como contexto, a lo largo de
su vida se llevaron a cabo acontecimientos como dos guerras mundiales, la lucha
por el sufragio femenino, la crisis económica, el desarrollo del capitalismo,
el comunismo y el fascismo, la lucha por los derechos civiles en EE.UU., la
guerra de Vietnam.) Estuvo en el campo de educación en el que publicó varios
libros, tras la segunda guerra mundial funda, junto con Albert Einstein el
Movimiento Pugwash, que se enfoca a asegurar la paz. Hasta el último día de su
vida, pues, estuvo luchando para llevar adelante sus proyectos y lograr sus
objetivos, con infatigable pasión y optimismo.
Este
libro es la combinación de diferentes textos de pensadores de intensa
humanidad, tenaces buscadores de la felicidad escritores de la palabra
clara. Una recopilación de ideas de un
pensar firme. Habla sobre la búsqueda de interna felicidad, amor, paz, culpa,
limitaciones, hábitos. Está divido en dos partes: Causas de la infelicidad, y
causas de la felicidad.
Divide
estas dos partes en conceptos o disciplinas que el hombre ha adaptado enfocado
hacia la búsqueda de la felicidad.
Para
empezar, la primera parte se titula “Causas de la Infelicidad”. Como lo dice en
el libro, ¿qué hace desgraciada a la gente? Los humanos tenemos que aprender a
ver el arte de la simplicidad y es algo que con el mundo moderno se ha vuelto
cada vez más difícil de conocer. Todo se trata de las posibilidades del
individuo, cuando existe interés externo, existe inspiración hacia alguna
actividad, hacia una meta. Como dice
Russell, “el hombre está constantemente incurriendo en su propia
desaprobación.”:pág.29. Menciona que
hay tres clases de absorción en uno mismo: el pecador, el nacista y el
megalómano. El narcisismo, que se trata de la admiración hacia uno mismo y el
desinterés por la comunidad. A diferencia del narcisista, el megalómano busca
ser poderoso antes que encantador y prefiere ser temido a ser amado. Muchas
veces se nos olvida que algo indispensable para ser feliz es la falta de
algunas cosas de las se desean. Este término viene del mito de Narciso, amor a
la imagen de sí mismo.
Habla
sobre la competencia, el aburrimiento y excitación, fatiga, envidia, miedo a la
opinión pública, entre otras. En conjunto, todas estas son parte del desarrollo
y la libertad que el hombre desea tomar hacia sus actitudes y actos. Por
ejemplo, la envidia es un obstáculo terrible para alcanzar la felicidad y una
herramienta influyente de libertad. Es la comparación entre cosas, así como la
falta de las mismas, el tener pensamientos inútiles los cuales su única
sanación es la manera de ver las cosas como se van dando, a su paso y al mismo
tiempo, evitando dichas comparaciones con las que se puede llegar a creer de
manera constante que son erróneas e injustas. Aparte de estas, menciona el
amor. Este concepto creo que se lleva gran parte de la definición de qué es el
hombre, ya que el hombre no está solo en el mundo y la interacción con los
demás…es capaz de producir millones de sentimientos
inexplicables, es cooperación, es empatía, y al mismo tiempo es un reflejo del
valor que se tiene a uno mismo. En
contraste, está el pecado: el remordimiento, el odio, la culpa, lo que queda en
el inconsciente llamado conciencia.
A
lo largo de esta primera parte, el autor explica algo que creo que es muy
cierto: muy pocas personas pueden ser felices sin que su modo de vida y su
concepto del mundo sean aprobados por los demás. Al mismo tiempo, aquellas
pocas personas son las que logran una fuerza interior, quienes se concentran en
su forma de ver y percibir la vida y están satisfechas con ello. Es decir,
ignorar la opinión pública, ser auténticamente indiferente a ella.
Este
tipo de personas a las que me refiero en el párrafo anterior son las que se
concentran en lo que dice la segunda parte, “Causas de la Felicidad”.
Al
conocer sobre los aspectos negativos y enredados de conquistar la felicidad
puede resultar consecuente pensar si de verdad es posible alcanzarla. Por eso
Russell desglosa las diferentes maneras de conquistarla de la siguiente manera.
Muchos
dicen que la felicidad en el mundo moderno es ya imposible. Sin embargo, creo
que ese punto de vista se queda atrás cuando nos fijamos en las pequeñas pero
significantes cosas que vivimos diariamente. “Goces simples”. Se trata de tener
una visión, creer en una causa es una fuente de felicidad. Dentro de esa visión
existen varios factores como los intereses, los cuales son muy importantes ya
que nadie se puede quedar solamente con las circunstancias personales, nos
quedaríamos pidiendo más de lo que podemos tener y el pedir menos es el método
más seguro para conseguir menos. Este interés deja como consecuencia el sentido
de poder afrontar los problemas de una mejor manera y de forma auténtica.
Russell dice que el secreto de la felicidad es encontrar que tus intereses sean
lo más amplios posible y que tus reacciones hacia las cosas y personas que te
interesan sean a la medida de lo posible, amistosas y no hostiles. Las
relaciones con los demás así como contigo mismo, también es un factor
importante. Quien es feliz por sí mismo, es auténtico, será una compañía
agradable con los demás y eso a su vez aumentará su felicidad. Por ejemplo, los
amigos: Un amigo es aquel que encuentra placer en los rasgos individuales pero
no pone trabas en los intereses y placeres de con quien se encuentra en
contacto, ni pretende adquirir placer sobre ellos. Esta persona será una fuente de felicidad y
recipiente de amabilidad recíproca. Ahora, cuando se trata de la relación
contigo mismo y la manera en la que buscamos lograr nuestras metas, y cómo
afrontamos los obstáculos que se nos van presentando. “Al hombre que se subestima, le sorprenden siempre sus éxitos,
mientras que al hombre que se sobrestima le sorprenden con igual frecuencia sus
fracasos.” Pág. 119. Por esta frase,
creo que si no existen emociones complejas, no van a existir obstáculos y por
lo mismo, no se pueden apreciar los logros de la misma manera. Hay que crear un
balance: No hay que ser demasiado alzados, pero al mismo tiempo tampoco
demasiado modesto para lograr ser emprendedor y satisfacerte por tus logros.
Para
terminar, un concepto que creo que es clave para lograr ser feliz y mantener el
sentimiento, el entusiasmo. Es el rasgo más distintivo de las personas felices.
Todo se trata de la manera en la que ves las cosas, no de qué sean las cosas.
El hombre cuya intención se dirige hacia dentro
no encuentra nada digno de su interés, mientras que el que dirige su atención
hacia afuera puede encontrar en su interior, en esos raros momentos en que uno
examina su alma, los ingredientes más variador e interesantes, combinándose y
desmontándose en patrones hermosos o instructivos. Por ejemplo, la manera en la
que comemos. Existen quienes creen que la comida puede ser un fastidio, otros
que empiezan muy animados y descubren que no estaba tan bien cocinado, otros
que se atascan y al final acaban hinchados y con malestar. En cambio, existen
quienes empiezan a comer con buen apetito, disfrutan la comida y dejan de comer
cuando creen que ya fue suficiente. Pongo este ejemplo porque creo que es una
muy buena comparación con la manera en nos enfrentamos a la vida. “Lo que es el
apetito en relación con la comida, es el entusiasmo en relación con la vida.” Estoy
de acuerdo con que todo desencanto es una efermedad. No existe ninguna prueba
abstracta o corriente que compruebe que algo sea malo o bueno, para quien le
parezca bueno será bueno y para quien le parezca malo, será malo. Sin embargo,
creo que aquel que cree que “eso” es bueno, será el mejor adaptado al mundo en
el que ambas posturas están hatadas a vivir.
“La
vida es demasiado corta para que podamos interesarnos por todo, pero conviene
interesarse en tantas cosas como sean necesarias para llegar nuestra vida” Pág. 130.
Bibliografía:
·
Bertnard
Russell. Febrero 2016, de Filosofos.net Sitio web: http://www.filosofos.net/russell/russell_ini.htm
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