Mariana Balmaceda
13 de marzo de 2016
6b
LA
PARADOJA DEL COMEDIANTE – DENIS DIDEROT
Nació el 5 de octubre de 1713 en Langres, Francia. Fue profesor de
matemáticas, latín, griego y lenguas modernas. En 1747 lo invitaron a editar
una traducción francesa de la Cyclopedia inglesa, y el proyecto se transformó
en una obra de 35 volúmenes, la Enciclopedia. Se creé que a los tres años
presenció una ejecución pública que le causó una impresión tan violenta que
cayó enfermo.
Escogí este filosofo y esta obra ya que Denis Diderot vivió “el
Siglo de las Luces” o la Ilustración, una época donde progresan los
conocimientos y se perfeccionan las ciencias, y concluyó con la Revolución
Francesa, Estadounidense y la Revolución Industrial. Es mi época histórica
favorita y me parece muy interesante como la Enciclopedia pudo llegar a educar
a la sociedad y así, acabar con el Antiguo Régimen.[1]
Este libro explica sus ideas acerca del teatro, y acerca de los
grandes artistas, de cómo interpretan la naturaleza y dice que su arte exige
“gran número de cualidades que la naturaleza reúne tan pocas veces en una misma
persona, que abundan más los grandes autores que los grandes comediantes”. Esas
dotes requieren de inteligencia y de ciertas virtudes para presentar al teatro
el brillo de su peronalidad. Dice, “Tengo en alta estima el talento de un gran
artista, pienso con melancolía que ese hombre es raro”.
El artista no miente, no engaña, no es hipócrita. Aplica su
sinceridad a ser lo que no es, a expresar lo que no siente, a sentir lo
imaginario.
El comediante pierde su rostro y su alma. Su verbo y apariencia son
demasiado libres. El alma desconcertada por la representación ejercida.
Conserva en este mundo un “comercio extraño”, pero al volver a la escena es
como si saliera de otro mundo. El oficio de actor hace que el hombre viva bajo
otras apariencias, es una profesión que se puede llegar a despreciar y que
condenan por misteriosa.
Las sociedades reflejan una idea profunda acerca del comediante:
engaña a la humanidad y se burla de ella. Pero existe un misterio de que el
humano se puede llegar a considerar y a tratar a sí mismo como materia de su
arte. Actuar sobre sí mismo y ser actuante, hombre común y marioneta. Cierta
gente rechaza al actor, y prefiere a la marioneta.
Diderot respeta al actor y le exige mucho razonamiento. Otra
paradoja es “la falta de sensibilidad es la que hace actores sublimes”. Esto
debió de causarle a Diderot un enorme entusiasmo. Se refiere a la
“sensibilidad” como la “cualidad de sentir”.
Esto se refiere a que explica la sensibilidad como una cualidad y
habilidad de sentir. “Los grandes imitadores de la naturaleza son los seres
menos sensibles”.
Esto expresa como como un actor puede tener la capacidad de sentir
al máximo dentro de su papel, pero en realidad no estar sintiendo nada por
dentro.
Los manejos del juego de escena exigen órganos resistentes para
grabar imágenes que el comediante trata de desarrollar.
Diderot contradijo su tesis y permitió que el sentido común
explayara sobre el tema.
Reconoce que todo nace de la sensibilidad a través de la
inteligencia.
Lo más profundo que tiene el hombre más allá de su sensibilidad, es
el alma. Algunos hombres no se introducen en su personaje, aunque parezcan
aptos.
Los sentimientos, pasiones, ideas no los llenan nuca, siempre les
sobra un lugar. Algunos actores solo van a imitar a sus personajes, pero esta
imitación es constantemente superficial.
El fracaso de un actor es cuando no siente lo que representa, actúa
justa y correctamente, aunque no con emoción. Es lo que hacen los mediocres, y
a esto se exponen diariamente.
Pensar en una sensibilidad que se persigue, provoca una sonrisa,
pero tenemos que antes reflexionar sobre su naturaleza que tiene mucho que
comentarse. La satisfacción también provoca una sonrisa.
El artista sabe y ve lo que quiere hacer, componer y desenvolver.
Coloca pausas, razona todos sus movimientos y gestos, repite entonaciones. Da
mucho de sí mismo. Buscará como llegar al estado de sentir, y de obtener
armonía. Lo esencial es entregarse, pero es necesario que se posee a sí mismo.
En conclusión, refleja del artista varias ideas, principalmente que
la razón debe estar por encima de todo, sobretodo de la sensibilidad para
conmover y satisfacer al espectador, pero en todo momento debe el artista de
controlar sus propias emociones. De aquí proviene la paradoja principal donde
Diderot dice que el actor debe provocarle emoción al espectador, y al mismo
tiempo, debe controlar todo el tiempo sus propias emociones. El buen artista
interpreta la naturaleza, y su mundo de arte no es igual al que todos vivimos,
ese es “otro mundo” .
Para Diderot el mejor actor
es el que es frío, no el que consigue las mejores y grandes actuaciones
obedeciendo su naturaleza.
Se puede relacionar con la descripción general del hombre ya que
todo el texto trata de un oficio no muy común practicado por el hombre, y de
cómo son interpretados los papeles para expresar sentimientos y que puedan ser
captados por la audiencia para crear una satisfacción.
Me gustó lo que llevo leído ya que es un diálogo y es entretenido,
pero en ocasiones es difícil de entender el mensaje que Diderot nos trata de
decir, puede llegar a ser difícil comprender con exactitud los mensajes que
transmite, y requiere de mucha atención y concentración para lograr esto.
El diálogo se lleva a cabo durante el siglo XVIII, y ocurre entre dos
personas, El comediante y La mujer. Expresa una reflexión acerca del teatro y
el actor para entender todo el transcurso de cómo Diderot interpreta al teatro
y al drama.
Explica la profesión del actor y racionaliza su papel, a través de
ideas acerca de su preparación y la relación que tiene con la sociedad. Por
ejemplo, te dice el porqué del rechazo social del Comediante, que explica con
un argumento de que el teatro recoge desechos sociales ya que no es considerada
una profesión muy cualificada. También transmite y explica toda la preparación
exhaustiva por la que pasa un actor para interpretar sus papeles.
Resalta una característica importante del actor, distinguiendo al
hombre sensible, con sentimientos profundos, del frío público que conocen estos
sentimientos sin sentirlos. Le niega sensibilidad al Comediante e incluye un
toque de modernidad en esa profesión, cuando dice que el comediante no debe de
sentir, sino más bien hacer al público sentir y transmitirle todos los
sentimientos del papel del actor.
Yo creo que si te gusta el teatro y toda su historia, es básico
leer este libro ya que te hace reflexionar acerca del papel que un actor puede
llegar a tener y como expresa esos sentimientos a los observadores. También si
te gusta la historia del teatro ya que esta obra fue escrita en el siglo XVIII
y tiene el contexto de la época, te hace meterte mucho a través del diálogo, en
esa época.
Escogí este libro porque me interesó la historia del teatro y me
interesaba saber si ha ido cambiando a través de los años y como ha ido
trascendido. Me gustó saber acerca de la preparación que tiene un actor antes
de la obra para meterse en los sentimientos del papel y como lo expresan para
que el público pueda captarlo.
Sin embargo, no logré entender muchas cosas y en ocasiones me
pareció difícil de entender lo que Diderot trata de expresar, yo creo que se
debe a la época en la que está escrito el libro.
Bibliografías:
·
Anónimo. (2010). Denis Diderot y la Paradoja del
Comediante. 21 de febrero de 2016, de Bachillerato de Artes Escénicas Sitio
web: http://trampitan.blogspot.mx/2010/10/denis-diderot-1713-1787-nacio-en.html
· Denis Diderot. (1820).
La paradoja del comediante. Francia: Electrónico (pdf).
·
·
Ies Murcia. (2005). La
Paradoja del Comediante. 13 de marzo de 2016, de Artes escénicas Sitio web:
https://arteescenicas.wordpress.com/2010/02/02/paradoja-del-comediante-de-denis-diderot/
· [1] Anonimo. (1999). Denis Diderot. 21 de febrero de 2016, de Busca Biografías
Sitio web:
http://www.buscabiografias.com/biografia/verDetalle/1025/Denis%20Diderot
No hay comentarios:
Publicar un comentario