Martin
Heidegger fue uno de los filósofos alemanes más importantes del siglo XX,
generalmente considerado como pensador seminal en la tradición continental,
aunque fue muy criticado por su asociación con el régimen nazi. Martin nació el
26 de septiembre de 1889 y murió el 26 de mayo de 1976 en Alemania, fue
discípulo de Husserl quien fue un filósofo moravo que participó en uno de los
movimientos filosóficos más influyentes del siglo XX. La indiscutible superioridad
de Martin dentro de la filosofía continental se ha visto marcada siempre por la
polémica, sobre todo la de su aprobasión al régimen nacionalsocialista,
manifestada en el discurso que dio en la toma de posesión de la cátedra en la
Universidad de Friburgo. Fue destituido como docente en Friburgo, tras la
ocupación de Alemania por los aliados y recibió de algunos de sus discípulos,
como Marcuse la sugerencia de que se retractara públicamente de su discurso de
1933, el filósofo no tomó ni escuchó el consejo y nunca quiso dar explicaciones,
la mayoría de los filósofos y estudiantes
actuales prefieren tomar el trabajo de Heidegger en un sentido estrictamente
filosófico, que no resulta menos controvertido. Desde la filosofía analítica,
su obra ha sido criticada detalladamente, sobre todo por Carnap (un influyente
filosófico). Pero el pensamiento heideggeriano también ha intervenido en
situaciones entusiastas: así, la filosofía francesa de las décadas de 1960 y
1970 (Derrida, Lévinas, Ricoeur) admiró la capacidad de precisión de su
lenguaje, así como su aportación al discurso humanístico. La obra de Heidegger se
puede entender como separada en dos períodos distintos:
- El
primero viene marcado por “ser y tiempo”cursivas, obra que plantea buena parte de las
ideas centrales de todo su pensamiento y en ella el autor parte de que la tarea
de la filosofía consiste en determinar plena y completamente el sentido del
ser, no de los entes, entendiendo por «ser» (aunque la definición de este
concepto ocupa toda la obra del autor, y en cierto sentido imposible), en
general, aquello que instala y mantiene a los entes concretos en la existencia,
el hombre es el ente privilegiado al que interrogar por el ser, pues sólo a él
«le va» su propio ser, es decir, mantiene una específica relación de
reconocimiento con él. La forma específica de ser que corresponde al hombre es
el «Ser-ahí» (Dasein), en cuanto se halla en cada caso abocado al mundo, lo
cual define al «ser-ahí» como «Ser-en-el-mundo». La distinción de la filosofía
moderna, desde Descartes, entre un sujeto encerrado en sí mismo que se enfrenta
a un mundo totalmente ajeno es inconsistente para Heidegger: el ser del hombre
se define por su relación con el mundo, que es además práctica («ser
a-la-mano») antes que teórica («ser ante-los-ojos»).
Estas
categorías nos sirven para comprender por dónde pasa la diferencia entre una
vida auténtica, que reconozca el carácter de “caída” que tiene la existencia,
es decir, la imposibilidad de dominar su fundamento (el ser), y una vida
inauténtica o enajenada, que olvide el ser en nombre de los entes concretos. La
dimensión temporal del ser, en cuanto proyecto del «ser-ahí» y enfrentamiento a
la muerte (el ser-ahí es también «ser-para-la-muerte»), sería el otro gran
olvido de la filosofía clásica. El esfuerzo de Heidegger por pensar el ser como
relación de los entes en el tiempo está en la base del posterior movimiento
hermenéutico.
-En la
segunda etapa de su pensamiento, el filósofo estudia la historia de la
metafísica como proceso de olvido del ser, desde Platón, y como caída inevitable
en el nihilismo (cuando se piensa el ente tan sólo, éste termina por aparecer
vacío). En sus últimas obras, realiza un acercamiento al arte como lugar
privilegiado donde se hace presente el ser. Para Heidegger, también era
necesario rehabilitar los saberes teórico-humanísticos, a fin de mostrar que lo
que constituye a todo hombre en cuanto tal no es su capacidad material de
alterar el entorno, sino la posibilidad que tiene de hacer el mundo habitable:
el hombre debe comprender que no es «el señor del ente sino el pastor del ser»
y que «el lenguaje es la casa del ser». Antes que la técnica, el lenguaje, y en
general la conciencia (la capacidad de interrogarse del Dasein), son los dos
elementos que constituyen al hombre en cuanto existente o, lo que es lo mismo,
en cuanto hombre.
Otra de
las cosas que pensaba y descía Heidegger era que la filosofía solo era
filosofía cuando provenía de Grecia, todo lo demás llamado “filosofía” eran
puros pensamientos, esto fue porque recibió las influencias de la filosofía
presocrática a lo largo de su vida de parte del filósofo Sören Kierkegaard y
también de Friedrich Nietzsche.
Heidegger
ha escrito varios textos y en mi opinión todos y cada uno de ellos ha llegado a
cambiar la forma de pensar de las personas que los han leído, no conocía la
historia de su vida y al hacer este ensayo sobre Martin Heidegger me pude dar
cuenta que fue un hombre muy interesante e importante para la filosofía y
también para el mundo, fue un hombre que logró hace un cambio y dejó su marca.
Es muy interesante ver la forma en la que pensaba él la cual es muy diferente a
la de muchos de nosotros, es impresionante como tuvo la influencia de otros
filósofos muy importantes para la historia de la humanidad y eso lo ayudó a
crecer todavía mas como persona a Heidegger.
Bibliografías:
Alejandra
Elguero
Ale, bien por investigar más sobre este filósofo. Solamente agregaría el por qué él y no otro. Es importante seguir el esquema que hemos hablado sobre el ensayo y cómo se compone, creo que de pronto la investigación se torna más una biografía que un ensayo, por eso es esencial que tú des tu postura fundamentada.
ResponderEliminarTe recomiendo utilizar fuentes más serias y ocupar un sistema de citas específico.
Calif. 8.8