La escuela de Atenas

La escuela de Atenas

lunes, 22 de octubre de 2012


La época de la modernidad
En una época de dependencia, de incoherencia, de unificación de culturas,  una época de industrialización, de frustración, la época en la que el ser es visto como un “producto” con ciertas capacidades. En una época de modernidad en la que la felicidad se basa en lo material, surgen filósofos como Nitzche y Keirkergaard, filósofos deprimidos que no dan mérito por los avances tecnológicos de nuestra era. En una época tan gris, ¿Qué podemos tomar de dichos filósofos?
            La mentalidad occidental que rige a la época moderna ha destruido lo que se logro en años y años de trabajo y desarrollo de la sociedad, antiguas culturas han quedado escondidas debajo del sistema capitalista y hemos perdido valores humanos con los que habíamos vivido toda la vida. Se cambiaron valores como la empatía y la humildad por la concupiscencia y la codicia. Pasamos de llevar una vida guiada por la esperanza a una guiada por los deseos. Dichas circunstancias han creado un odio entre las clases sociales, una mentalidad consumista y un sinfín de problemas globales. Vivimos en una época de luz y esperanza tecnológica y material, sin embargo es una época gris espiritualmente. Dichas características de la época moderna llevaron a pensadores como Hegel a crear la dialéctica hegeliana o a Schopenhauer a seguir los ideales Orientales del Budismo. En ésta época moderna nos encontramos diariamente con dilemas morales y creamos muchos problemas innecesarios. El leer a autores como Keirkergard y Nitzche en ésta época es fascinante puesto que dentro de la depresión de los ideales del existencialismo están las respuestas a muchos de los problemas con los que nos enfrentamos constantemente.
            Es importante entender a los filósofos modernos para comprender mejor a nuestra sociedad. La dependencia que el sistema capitalista nos ha creado es algo fácil de evadir y en estas épocas de crisis con nosotros mismos hemos de dar un paso atrás para encontrar balance en nuestras vidas, balance que esta cultura no nos permite encontrar. Así como lo hizo Schopenhauer, debemos de estudiar las diferentes culturas que han quedado en el olvido para comprender mejor nuestro papel en este mundo tan unificado.

Álvaro Migoya

2 comentarios:

  1. ¡Eso es todo Alvaro!, Me gusta el positivismo de tu ensayop ante un problema tan caotico. La propuesta del balance es el verdadero sentido de la vida.

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