¿Qué es eso de la Filosofía?

Siempre había pensado en la filosofía como en algo completamente abstracto. Algo sin mucha forma y exclusivo solo de las mentes brillantes e inalcanzables de Aristóteles, Platón, Nietzsche y Sartre. Algo que, cuando el autor no tiene la mente privilegiada de estos últimos –que es casi nadie – tiene como resultado algo ridículo y hasta chocante. Mas que nada, siempre había pensado en la filosofía como algo inaccesible. Quizá es por pensamientos parecidos que hoy en día la filosofía es considerada por muchos como algo obsoleto.

Sin embargo, recientemente me he empezado a dar cuenta de que estos son prejuicios que carecen de fundamentos y de razón. Prejuicios que tal vez se deban a la ignorancia, o tal vez, interpretando las palabras de Xavier Rubert de Ventós, en La Importancia de no Verlo Claro, se deban al miedo.

 Esta en nuestra naturaleza humana querer entenderlo todo, sin embargo en la filosofía no hay certezas ni verdades absolutas, no puede ser clasificada en “bien” o “mal” y no puede ser comprobada. La filosofía no nos deja las cosas claras y no contesta nuestras preguntas, sino que crea nuevas. En muchos sentidos el estudio de la filosofía es hasta poco natural.

 El hombre siempre esta buscando hacer su vida mas cómoda y fácil y los inventos mas importantes en la historia de la humanidad han echo justo eso. El descubrimiento del fuego, la invención de la rueda, el desarrollo de la escritura y la más reciente creación del Internet simplifican nuestras vidas y nos hacen sentir seguros. La filosofía por el otro lado parece con frecuencia asustarnos y complicarlo todo. Entonces ¿Porqué hacer filosofía? Lo único que se me ocurre es que nuestra incapacidad por estar satisfechos y esa necesidad de preguntárnoslo todo son características aún más humanas que la búsqueda por certezas y seguridad.

Aunque el hombre con frecuencia actúe de manera “primitiva”, a lo largo de miles de años hemos demostrado ser el único animal que le ha ganado al miedo. Como humanos tenemos la capacidad para adentrarnos a lo que no conocemos y a diferencia del resto de los seres vivos del planeta, nuestro objetivo en la vida no consta de solo sobrevivir, sino de crecer y ser mejores. Es de esta manera que hacer filosofía es quizá lo más natural y lo más humano del mundo.