El análisis de la palabra filosofía
debe comenzar con lo más general, y por tanto, lo más obvio; su etimología. El
origen de la palabra se le atribuye a Pitágoras y viene de las raíces griegas philos, que significa amor y sofía, que significa sabiduría, dándole como
significado “amor a la sabiduría”. Sin embargo, aunque es la base de la
filosofía y abarca a lo que se entiende como ella desde sus inicios, es una definición
muy general que se podría aplicar a muchas otras cosas que no necesariamente
incluyen a la filosofía como término. Como consecuencia, para entender el
concepto se debe ir más allá.
Históricamente, la filosofía data
desde la antigua Grecia con los tiempos presocráticos. Los filósofos de la ésta época se
diferenciaban de los sabios por una cosa muy simple: el sabio es aquel que ya
posee el conocimiento, mientras que el filósofo busca la sabiduría. Sin creer
que ya lo tienen, se emprenden en un camino de búsqueda hacia el saber,
queriendo encontrar la verdad. Para los filósofos antiguos, la verdad
significaba aquello que tenía sentido.
Desde entonces, el concepto ha
cambiado constantemente, siempre partiendo de la base del cuestionamiento. La
filosofía no sólo es una disciplina o una ciencia, como decían los antiguos
griegos, sino que es una actitud. Ésta se muestra al hacer preguntas sobre la
vida y el mundo en el que nos desarrollamos.
Xavier Rubert de Ventós nos habla de
la necesidad humana de saber la causa y explicación de todo e introduce a la
filosofía con el hecho de que aquél que es filósofo, acepta que no va a
encontrar verdades absolutas ni una explicación para todo. Ejemplificándolo en
primera instancia con la famosa frase Socrática, “Yo solo sé que no se nada.”
La filosofía plantea problemas a la realidad, creando
dudas y adquiriendo conocimientos que llevan a nuevas preguntas y
preocupaciones. Filosofando, se sabe que nunca se va a
llegar a una verdad absoluta, se tiene por hecho que no van a parar los
cuestionamientos. No obstante, al final lo importante para el filósofo no es necesariamente
encontrar la respuesta, es saber
plantear la pregunta.
-Natalia Albin
Saber plantear la pregunta y partir del hecho que no la encontrará de manera absoluta, como bien dices más arriba.
ResponderEliminarEl panorama que nos has compartido es muy claro y estructurado, bien, me gusta tu estilo al escribir porque es concreto, como la filosofía.
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