La
palabra filosofía proviene del griego philos
(amor) sofos (sabiduría), basándonos
en el significado de la palabra, la filosofía sería amor a la sabiduría. Desde
mi punto de vista, la filosofía implica el cuestionamiento acerca de la
realidad, impuesta por la ciencia, la autoridad y/o la religión, con tal de
llegar a la verdad de las cosas, sabiendo que probablemente no se va a llegar a
ningún resultado.
El ser humano toda la vida ha tenido una necesidad
de entender y saber todo lo que le rodea, cree que todo esta basado en causa y
efecto por lo que siempre debe encontrar una explicación.
Pero como dice en el texto de Xavier Robert es su
primer capítulo, cuando algo está comprobado estadísticamente, por
computadoras, cuantificado, por universidades americanas, etcétera creemos que
esa es la verdadera razón y causa de las cosas, aún cuando no las entendemos.
Es aquí cuando la filosofía entra en su papel de cuestionárselo todo, cuando no
se está satisfecho con estos datos empíricos.
De igual manera el autor previamente mencionado, dice que “la
filosofía ni sabe mucho, ni aporta casi nada. No proporciona, por ejemplo, ni
la seguridad que nos ofrece la ciencia, ni el placer que produce el arte, ni el
consuelo que puede darnos la religión.” Un filósofo toda su vida se está
haciendo preguntas que podrían considerarse innecesarias o muchas veces preguntas bobas, las cuales lo llevan a más
preguntas sin llegar a un resultado.
Cuando el ser humano tiene un problema, pretende
aparentar que todo está bajo control y que puede ser solucionado pero del otro
lado, la filosofía muestra muchas veces que esto no es cierto y que en algunos
casos no somos capaces de entender y resolver nuestros problemas.
Por último, tendemos a pensar y a actuar de
diferentes maneras dependiendo en la situación en la que nos encontremos;
pensamos y hacemos lo qué nos conviene, cuándo nos conviene y dónde nos
conviene, creemos que una cosa es saber, otra es sentir, otra pensar y otra actuar.
Sin embargo, la filosofía realiza todo lo contrario y sabe juntar nuestros
conocimientos junto con nuestros sentimientos y nuestros pensamientos con
nuestras acciones.
Kenya Motta.
Muy bien Kenya. El último párrafo es muy interesante: ver a la filosofía como una conciliación entre cuerpo y mente, tomar en cuenta ambas partes es todo un reto en estos días porque la racionalidad con frecuencia se prefiere. Quizá no existe siquiera la división.
ResponderEliminarTu ensayo es claro y ordenado; mantén ese estilo y continúa desarrollando la escritura, lo haces muy bien.
Por cierto, tienes 10.
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