La escuela de Atenas

La escuela de Atenas

viernes, 12 de septiembre de 2014

Encaminados


A lo largo de nuestras vidas nos hemos topado con maneras establecidas de hacer las cosas. Desde el principio nos enseñaron el camino que debemos de seguir para poder vivir una vida plena y sin dificultades. Es cómodo ver sólo un lado de las cosas, no darle vueltas al asunto, pero hay veces que no queda de otra y para resolver un problema, debemos de pensar de diferente manera de como estamos acostumbrados.
Muchas veces nos vamos a topar con situaciones desconocidas y vamos a tener que sobrepasar obstáculos. Estos no siempre se van a resolver como nosotros pensamos o estamos acostumbrados. Durante nuestra vida, vamos a tener que buscar diferentes maneras de resolver problemas, porque de no ser así, es probable que nos veamos incapaces de salir adelante.
La sociedad suele establecer una manera “buena” o “aceptable” de hacer las cosas, ciertas reglas. Seguirlas no es malo, pero va a haber ocasiones donde es necesario crear las propias y buscar alternativas. Si somos obstinados y no vemos las diferentes probabilidades se podría decir que estamos parcialmente ciegos.
Si las cosas tienen muchas causas y consecuencias, ¿por qué no también varias soluciones? Si somos incapaces de abrir la mente y nos quedamos con una sola visión de las cosas, aunque lo intentáramos, no podríamos encontrar alternativas, no podríamos ver las posibilidades. Eso es estar ciego.
Entre más encaminados estamos, más difícil será llegar al destino. La vida no es un camino recto, es, más bien, un camino pedregoso que en algunos casos estará bloqueado, por lo que será necesario desviarse un poco del camino para poder llegar a la meta. Si insistimos en pasar por un camino lleno de zanjas y piedras filosas, lo que nos pasa es que nos vamos a tardar más, nos vamos a lastimar o vamos a desistir y dejar de caminar. Si, en cambio, decidimos encontrar una manera de evadir el obstáculo sin tener que caminar sobre él, todo mejoraría. Por ejemplo, desviarse un poco, saltar o inventar algo, son opciones fuera del camino establecido, pero que sin ellas, no nos sería posible seguir adelante.
Buscar alternativas no es ir en contra de la corriente. Por el contrario, es la manera de seguir con ella y no retroceder. Crear tus propias ideas tampoco lo es, estás creando tu propio camino para no cometer los mismos errores que los demás y formarte una idea propia del mundo. Es necesario ser críticos y preguntarnos si realmente estamos de acuerdo con el camino que han trazado para nosotros. Es completamente válido querer modificarlo o crear el propio, es más, esto enriquece. Si cada quien trazase su propio camino, en lugar de seguir la corriente de la mayoría tendríamos ante nuestros ojos un diseño hermoso, caminos entrelazados de ideas y puntos de vista diferentes.
Isabel González Ludlow 

1 comentario:

  1. Excelente Isabel. De ahí la importancia de ser críticos, no sólo para analizar y describir por donde nos movemos sino además para crear caminos propios que van desde creencias hasta futuros.
    Buena relación con el tema de los prejuicios.
    Tienes 10.

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