La escuela de Atenas

La escuela de Atenas

domingo, 28 de septiembre de 2014

Entender nuestra falta de conciencia sobre límites de nuestra propia conciencia.

 
   Una octava musical está constituida por siete tonos principales, Do, Re, Mi, Fa, Sol, La y Si, al completar una vuelta entera esta misma escala se repite una octava mas alta o baja y esto se repite infinitamente hasta llegar a sonidos más graves o agudos de lo que nos podríamos imaginar.
   Un típico ojo humano responderá a longitudes de onda de 400 a 700 nm, así podemos reconocer ciertos colores dentro de una gama de colores que muchos dirían que es muy amplia.  Si este espectro electromagnético baja de 400 nm entra en la gama ultravioleta y si supera los 700 está entrando en la gama de luz infrarroja. Sin embargo, otros animales pueden ver en gamas de colores distintas que nosotros, por lo tanto su percepción de la misma realidad es muy distinta a la nuestra. 
   Tanto las octavas musicales como el espectro electromagnético de los colores, son frecuencias de onda. Todo lo que nosotros vemos, sentimos, olemos, oímos, etc. se encuentra en un espacio muy pequeño de frecuencias de onda, en otras palabras; todo lo que percibimos al estar despiertos podría ser comparable con únicamente ciertos tonos dentro de una misma octava musical. Al estar dormidos, por ejemplo, nuestro cerebro funciona en una frecuencia de onda distinta, es por esto que nuestra percepción de lo que pasa es totalmente distinta. ¿Pero qué está pasando en todas las distintas frecuencias de onda? 
   Así como no podemos imaginarnos colores que no somos capaces de ver y sin embargo otras especies si están conscientes de su existencia. No podemos tampoco imaginarnos que pasa en distintas frecuencias de ondas a las frecuencias en las que funcionamos. 
   Tras este mareo de física cuántica y estas "pruebas" de que nuestro entendimiento de la realidad es prácticamente nulo, no me queda masque hacer una vez más la pregunta ¿Qué es la realidad? 
Me atrevo a proponer un escenario en el que hay una misma realidad para todo y todos, sin embargo cada quien tiene una percepción completamente distinta de esta. Creo que si algo nos puede hacer sabios, correctamente críticos, comprensivos e incluso pacíficos, es entender que la realidad de cada persona es completamente distinta a la realidad de cualquier otra persona, entender que esto hace que las personas piensen distinto y entender que estas diferencias no están mal. 
   Repito, hay que entender nuestra falta de conciencia sobre límites de nuestra propia conciencia.    
   

1 comentario:

  1. Y entonces si reconocemos que cada uno tiene su realidad entonces cabe que reconozcamos que el otro siempre es un otro y ahí las implicaciones que ya has mencionado.
    Muy bien Andrés, solamente cuidado con tomar partes de párrafos de otras páginas y no citar.
    Tienes 9.

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