Decidir

Pablo Garza

Lo mas importante en la vida moderna de los humanos en su vocación. El mundo gira alrededor del trabajo, una actividad necesaria para sobrevivir. Para la mayoría es un sacrificio, un deber, algo que se hace porque no hay otra opción. No es algo que se disfruta o que nos emociona.  

Es algo tan estandarizado y normal que no se cuestiona. En teoría trabajamos para vivir. Pero la realidad es que vivimos para trabajar. Cada ves se le exige mas a las personas, las compañías siempre buscan producir mas y gastar menos. El humano se ve como un simple factor en el que lo único que importa es su capacidad de brindar ganancias.

La pregunta que surge con esto es si nosotros formamos a las sociedad o si la sociedad nos forma. Nuestras habilidades y talentos son aprovechados solamente por lo que nuestra sociedad considera como productivos. Colocándonos en un rol con el objetivo de funcionar como un individuo que produzca ganancias. Por ejemplo, cuando visité a mi familia y les exprese mi planes  de estudiar cine su primera reacción fue modificar ese sueño y ponerlo en este sistema monetario. Me dijeron “¿Pero como que cine? ¿No quieres decir comunicación?”. Les dije que no, que cine. Pude notar su desaprobación, no vieron un gran futuro en mi.

Otra anécdota sobre como nuestras ambiciones son modificadas para cumplir un rol en la sociedad es ejemplificada por mi prima. Ella tenía la ambición de entrar a una academia de cocina y ser cheff. Es buenísima cocinando y más que nada, le encanta. Pero su sueño no fue duradero, sus padres le dijeron que lo que buscaba era ingeniería en alimentos, porque le “habría más puertas”. Y es verdad, si estudia eso tendrá un título más llamativo y con más demanda, tendrá mejor posibilidad de conseguir trabajo. 

            Mi prima y yo nos enfrentamos con la sociedad. Nuestros sueños, habilidades, pasiones y sueños son alterados para cumplir un rol en la sociedad que nos haga más productivos, mejores herramientas en una empresa, mejores generadores de dinero. Si mantenemos una postura pasiva terminaremos haciendo lo que la sociedad quiere que hacemos (hagamos) y no necesariamente lo que nosotros queremos hacer. Tenemos que tomar una decisión y en mi opinión hay que hacer lo que nos apasiona. La única persona a la que tenemos que complacer con esta decisión es a nosotros,  sin importar lo que nos dicen, sin importar el dinero, porque al final puedes desperdiciar tu vida haciendo algo queno te gusta ni apasiona.