La filosofía y la religión

Sin duda alguna el comparar la filosofía con la religión es algo delicado, e incluso polémico, ya que siempre van a exisitir muchas opiniones diferentes.

La religión siempre ha sido un tema que a los seres humanos se nos ha complicado. Ha sido causante de enormes guerras desde el principio de los tiempos, demasiadas personas han perdido la vida por la falta de tolerancia que va acompañada de tener creencias propias. Nos hemos peleado durante la historia con esta ridícula obsesión de hacer que los demás piensen igual que nosotros. Poco a poco hemos aprendido a vivir más tolerantes y tranquilos, pero tendemos a recaer en ciertas actitudes que nuevamente causan problemas innecesarios en el mundo.

La conexión que la filosofía tiene con la religión es algo muy interesante. Suena totalmente lógico que se hayan utilizado escritos de Sócrates para formar la religión Católica. Las ideas sin duda son buenas y seguramente que se empezó con las mejores intenciones de resolver dudas de la existencia. ¿No es precisamente eso algo de lo que busca la filosofía? Nadie se habría imaginado que muchas de esas extraordinarias ideas se iban a modificar y retorcer de tal manera para que se abriera el largo camino a la intolerancia, la violencia y la separación en la civilización.

En la película Agora se puede observar claramente lo antes mencionado. Cuando el padre comienza a darle un enfoque diferente a alguna lectura leída y transformar las ideas para que la gente se vaya en contra de las mujeres pensadoras e innovadoras como Hypatia. Y eso es lo que pasó con la religión; cuando la intención era unir y la búsqueda de la verdad se convirtió en un tema problemático que destruyó civilizaciones enteras. La Iglesia se encerró en sus ideas retorcidas y ya muy lejanas a lo que fueron en un principio. Un ejemplo es cuando Hypatia afirma que la Iglesia les había enseñado a todos a no cuestionar lo que creen, y por ello ella debía hacerlo. Y es exactamente lo que hizo. Terminó siendo asesinada porque la gente no toleró más que vinieran ideas nuevas y se rompieran esquemas establecidos.

En conclusión, no es nada sorprendente que las ideas de la filosofía y la religión puedan ir conectadas de alguna forma. Las bases son similares ya que se busca la verdad  de la existencia. Lo que hacemos como humanidad es malinterpretar ideas que nos pueden ayudar para progresar, y acabamos usándolas para separarnos.