La escuela de Atenas

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domingo, 9 de noviembre de 2014

El Mundo de las Ideas

El Mundo de las Ideas
Según el filósofo griego Platón existen dos tipos de mundos: el de las ideas y el mundo sensible. Argumentaba que en el mundo de las ideas estaba el molde de cada una de las cosas que existía en el mundo sensible. A su vez, decía que el mundo de las ideas era perfecto e incorruptible, mientras que el mundo sensible es todo lo contrario, corruptible y múltiple.
Un ejemplo de esto puede ser la palabra “planta”. En el mundo de las ideas existe el un único concepto de planta y éste sirve para que en el mundo sensible haya, físicamente, varias plantas, que serán un reflejo del concepto perfecto de la planta. 
Esto se aplica con todos los conceptos de cosas que existen. Todas las cosas del mundo sensible son el reflejo del molde que existe en el mundo superior y nunca llegarán a ser perfectos, por eso forman parte de él.
El hombre es parte de los dos mundos, ya que tiene alma y tiene un cuerpo. De hecho, el hombre conoce la existencia del mundo de las ideas gracias a que tiene un alma dentro de él, gracias a ésta tiene conocimiento. Sólo por medio del intelecto del ser humano se puede llegar a conocer lo superior, ya que los sentidos son incapaces de captarlo.
La meta del alma humana es poder llegar a formar parte por completo del mundo de las ideas, del mundo perfecto, pero para lograr su cometido, debe ser pura y perfecta a su vez. El alma tiene que pasar por una serie de pruebas para poder ganarse su pase al mundo de las ideas.
Reflexionando acerca de lo anterior, me di cuenta de que el mundo de las ideas se parece mucho al paraíso de los católicos. La idea de poder lograr llegar a un lugar perfecto y puro tras pasar una serie de pruebas que demuestren que el alma es apta para entrar en él, forma parte de ambas teorías.
El alma humana tiene el potencial de ser perfecta, pero es forzada a vivir en un mundo cruel y corrupto, a sufrir y sentir dolor. En mi opinión es necesario que el alma atraviese por todas estas dificultades, que conozca que es el dolor, para que pueda apreciar la felicidad y encontrar finalmente la paz.
¿Qué pasará con las almas que son incapaces de purificarse? ¿Acaso se cumplirá lo dicho por los católicos e irán a parar a un infierno donde sus almas serán castigadas para siempre? ¿O se quedarán en un círculo vicioso, internando en vano la perfección pero incapaces de llegar a ella? No creo que haya realmente una respuesta correcta para estas preguntas, pero al igual que yo me las hago, muchas otras personas, a lo largo de los años, se las han hecho también, ya que el ser humano es curioso por naturaleza y el tema de lo que hay después de la muerte siempre permanecerá en misterio. 
Hoy en día mucha gente dice que no cree en algo en específico, además la teoría platónica del mundo de las ideas se dejó a atrás hace mucho tiempo, incluso el mismo discípulo de Platón, Aristóteles, no estaba de acuerdo con ella. A pesar de todo esto, creo que muy en el fondo toda la gente cree en algo superior. No en un Dios o en un paraíso, pero si en algo más que nos ayude a entender todo aquello a lo que no le hemos podido dar una explicación. Creer en algo superior siempre ha sido una necesidad para el hombre, ya sea Dios, la razón o cualquier otra cosa que el hombre considere perfecta.
Isabel González Ludlow


Romero Gil, J. “Historia del mundo de las ideas”. (2014). Obtenido de http://filosofia.about.com/od/Metafisica/a/Historia-Del-Mundo-De-Las-Ideas.htm el 9/11/14.

2 comentarios:

  1. Tu ensayo me ayudo a entender mas a fondo a que se refería Platón con su planteamiento de los dos mundos. Me pareció muy interesante y acertada tu reflexión sobre el paraíso de los católicos, siento que en todas las religiones, culturas, teorías, etc., simpre existe esa meta de un mundo ideal, un paraíso, o sea como le queramos llamar, en donde todo sea perfecto; siento que está idea es una que el humano ha creado para tener algo a lo cual aspirar y para dar un poco mas de sentido a su vida.

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  2. Curiosamente, el alma para Platòn regresaba hasta que pudiera ser purificada y asì acceder al mundo de las ideas. Digamos que en el cristianismo no hay este "chance". Excelente exposiciòn de ideas. Tienes 10.

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