¿Dónde quedó la verdad?

Durante las últimas semanas mis pensamientos han girado en torno a una interrogante que muchas veces desata la curiosidad del hombre: ¿Qué es la verdad?
Podemos decir que el término verdad surgió en la antigua Grecia cuando Sócrates lo relaciono con todo lo "bueno". Su postura establecía que en el interior  de cada uno nosotros residía la verdad y que para alcanzarla uno debía someterse  a una serie de cuestionamientos además de ejercer la práctica  del diálogo. Convirtiéndose así la razón en el camino para alcanzar la verdad.
Por otra parte Sócrates era acreedor de las verdades absolutas, el firmemente pensaba que existían ciertos hechos o situaciones inmutables e inamovibles que siempre nos llevaban a lo mismo sin importar cuantas veces nos lo planteáramos. El mismo se consideraba como el poseedor de la verdad absoluta, lo cual le daba una especie de superioridad extraordinaria frente a la sociedad griega.
Los sofistas en contraparte, diferían complemente con lo que estipulado por Sócrates. Ellos consideraban que no existía la verdad como tal y creían que no había ninguna lógica en pensar que un solo ser poseía la verdad absoluta. Por el contrario veían la verdad como algo subjetivo. A que me refiero con esto, a que la verdad dependía de cada persona y su propia perspectiva.

 Es aquí cuando llega el punto en el que me pregunto: ¿Es posible llegar a pensar que en algún lugar de este mundo en el que vivimos reside la verdad? Si es así ¿Qué se debe de hacer para alcanzarla?

Yo personalmente creo que no existe una fórmula exacta con la cual podamos adquirir la verdad, sino que debemos buscar en nuestro interior que significa para nosotros el “tener la verdad” sobre ciertas cosas. En efecto, concuerdo con Sócrates acerca de que los cuestionamientos son la pieza clave para analizar desde nuestro punto de vista eso que llamamos verdad.

Sin embargo no creo en la existencia de una verdad absoluta como tal. ¿Cómo podemos constituir un criterio para determinar que es una verdad absoluta y qué no lo es? La respuesta recae en el hecho de que no debemos generalizar, ya que nunca podremos estar completamente seguros de que una cosa es cierta. Por más que quisiéramos ningún ser posee las verdades absolutas en su totalidad. Siempre existirán dudas acerca de la verdad, pero tendremos que aprender a abordarlas bajo nuestros sentimientos y pensamientos como personas.  

Marina Rubio Klerian

6to CCH B