Algunas veces surge esta despampanante
necesidad en el hombre por conocer: ¿Quién es? ¿De dónde viene? ¿Hacia dónde se
dirige? Y ¿Por qué se encuentra aquí?
Las casualidades no existen, todo tiene una razón de ser. Los hechos se originan de una causa que en múltiples ocasiones confundimos con consecuencias.
En efecto a lo largo de la historia los filósofos se han cuestionado este dilema sobre la existencia del hombre. Es aquí cuando me pregunto: ¿Quién verdaderamente podría estipular qué y quién es el hombre? La respuesta es simple, no existe una generalidad con la cual podamos definir este término. La concepción sobre quién es el hombre varía según la perspectiva de cada persona.
Lo que sí podemos saber es que desde un principio el hombre ha tenido necesidades básicas como por ejemplo: el instinto de sobrevivencia, el alimentarse o incluso el dormir. Pero más allá de eso ha contado con ciertos valores trascendentales implícitos en su ser que le permiten entender un poco más acerca de quién es y lo ayudan a responder muchos de los cuestionamientos mencionados anteriormente. Estos valores residen en la religión, la moral y la ética que forman parte de la propia naturaleza del hombre.
Las casualidades no existen, todo tiene una razón de ser. Los hechos se originan de una causa que en múltiples ocasiones confundimos con consecuencias.
En efecto a lo largo de la historia los filósofos se han cuestionado este dilema sobre la existencia del hombre. Es aquí cuando me pregunto: ¿Quién verdaderamente podría estipular qué y quién es el hombre? La respuesta es simple, no existe una generalidad con la cual podamos definir este término. La concepción sobre quién es el hombre varía según la perspectiva de cada persona.
Lo que sí podemos saber es que desde un principio el hombre ha tenido necesidades básicas como por ejemplo: el instinto de sobrevivencia, el alimentarse o incluso el dormir. Pero más allá de eso ha contado con ciertos valores trascendentales implícitos en su ser que le permiten entender un poco más acerca de quién es y lo ayudan a responder muchos de los cuestionamientos mencionados anteriormente. Estos valores residen en la religión, la moral y la ética que forman parte de la propia naturaleza del hombre.
En la
actualidad muchos de los valores trascendentales se han ido perdiendo ya que
siempre nos encontramos regresando a lo mismo sin buscar distintas alternativas
o caminos a lo que realizamos.
Probablemente desconozcamos que vino el hombre a hacer en el mundo pero aún así debemos de buscar la manera en la cual el éste pueda llegar a progresar.
Me parece muy importante reconocer que la sociedad nos implanta valores falsos que rompen con nuestros ideales y principios. Existen los estereotipos por los cuales nos dejamos guiar y giramos entorno a serie de reglas no escritas que hay que "seguir" para formar parte de lo que es denominado: sociedad. Es por ello que considero trascendental el hecho de dejarnos llevar por nuestra propia voluntad e instintos para verdaderamente alcanzar nuestros objetivos en lugar de proseguir con lo que decreta la sociedad.
Probablemente desconozcamos que vino el hombre a hacer en el mundo pero aún así debemos de buscar la manera en la cual el éste pueda llegar a progresar.
Me parece muy importante reconocer que la sociedad nos implanta valores falsos que rompen con nuestros ideales y principios. Existen los estereotipos por los cuales nos dejamos guiar y giramos entorno a serie de reglas no escritas que hay que "seguir" para formar parte de lo que es denominado: sociedad. Es por ello que considero trascendental el hecho de dejarnos llevar por nuestra propia voluntad e instintos para verdaderamente alcanzar nuestros objetivos en lugar de proseguir con lo que decreta la sociedad.
Ante la
incertidumbre que nos causa el conocer ¿Quién es el hombre? Se puede concluir
que la religión, la moral y la ética juegan un papel significativo en cada persona ya que responden está
incesante interrogante y logran callar la angustia que nos provoca tener la
conciencia de nuestra existencia.
Marina Rubio Klerian
Marina Rubio Klerian
6to CCH B
Muy bien Marina. La pregunta que haría sería la siguiente: ¿será posible hablar de una naturaleza humana? ¿o la naturaleza humana se debe al tiempo en el que se plantea la pregunta y se responde? Es problemático todo este asunto, justo porque parece que la respuesta de una naturaleza humana va de la mano con la cultura occidental y sus productos. Ya hablaremos más al respecto. Muy bien. Tienes 10.
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